miércoles, 17 de septiembre de 2014

Cuecas políticas malas, cuecas chilenas buenas

Que discurso más patético el de la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá. No logro entender, cómo quieren unidad si no hacen más que dar discursos con la doble intención de generar odio en algunos, hablando de forma ácida, y a la vez, lograr el fervor popular. No pueden ellos, acaso, hablar del porvenir de Chile y dejar al fin atrás un pasado y dejar de lloriquear sobre hechos acontecidos hace tantos años. El rencor, es lo que tiene amarrado a Chile en lo que es. 
     Ahora, bien, es una inmensa falta de respeto para el País entero, que el primer pie de cueca de estas celebraciones, sea bailado por un joven de malas ganas, malvestido, con zapatillas, manos en los bolsillos y una disposición a nivel cero por lo que uno a simple vista puede apreciar. Una falta de respeto a la cueca, danza nacional y a cada uno de los chilenos. Quizá el ministro Lagos Weber bailó mal, pero le hizo empeño. 
     Creo por eso, que es no sólo es buen proyecto, sino que es una necesidad, aquel proyecto de Ley que promueven algunos DC, de hacer obligatorio un examen de cueca para poder egresar de cuarto año medio, porque el País que olvida sus tradiciones está perdido. El País que olvida su pasado, no tiene buen futuro; pero el País que quisiera vivir siempre del pasado, está en la decadencia y ruina total.
     Digo con ello, que una cosa son las tradiciones y raíces de nuestro pueblo, recordar nuestros errores para aprender de ellos y no volver a repetirlos. Pero lo que hace el pueblo de Chile, es olvidar las tradiciones, recordar los errores del pasado y tratar de revivirlos. Es así como algunos me pueden decir que no viví el gobierno del Presidente Allende, como para decir que fue el peor Presidente de la historia de Chile, así es que, no lo puedo catalogar así directamente; pero no os preocupéis, pues ya estamos viviendo de nuevo "la vía chilena a la decadencia". 
     Algunos quizá puedan decir que el gobierno de la UP no fue un error, y que el error fue el Gobierno Militar. Pues déjenme decirles, que no hace falta haber vivido ninguno de esos dos períodos para saber que el Gobierno Militar es mera consecuencia del gobierno anterior.
     Hoy no quería escribir de política, pero tuve que reescribir todo lo que tenía a la hora de ver lo acontecido en la inauguración de las Fondas en Santiago. 
     Quisiera haber escrito de que ya el ambiente dieciochero comenzó, que espero que no haya muertes ni accidentes a causa de conductores ebrios, que quisiera zapatear bien una cueca con alguna 'china encachá', pero debía desahogarme por lo que acabo de ver.
     Un pueblo que no se siente orgulloso de su ejército, no tiene buen camino. Así dijo hoy el Capitán a cargo de la alocución patriota en el acto cívico.
     Una compañera de curso, me decía, acerca de una entrada anterior, que yo sí era un revolucionario, y que mediante la escritura podía causar revolución. Yo dije no ser revolucionario como parte de La Revolución, que es la que plantea el comunismo. Sí, puedo ser un revolucionario, y crear una revolución que lleve a Chile al mejor camino, con la mirada en el horizonte, con una resolución de problemas por medio de diálogo, con un trato entre compatriotas, mayor que como vecinos. Un trato como hermanos. Un Chile en donde triunfe la verdad y la justicia y no la venganza y el rencor. Donde se den verdaderas oportunidades a la gente que se lo merece. Donde podamos salir adelante, remando todos hacia un mismo lado: hacia adelante.
     Adornado de copihues está todo hoy, con un cielo nublado desfilamos de mañana. Con tricolor en los adornos, con cuecas en los oídos y con Chile en el corazón. Así está todo hoy. 
     Quiero echar a andar por un sendero largo,
     verde arena y mar.
     Y lo voy a ir enrollando, en un ovillo,
     pa' guardármelo, en el corazón
     cuando no tenga la Cordillera blanca
     y me falte el beso rico de mi negra buenamoza.
     A ver si así no me pierdo caminando por ahí.
                                                           (Tito Fernández)
     Cito al gran maestro, Tito Fernández, cantor popular, para finalizar mi entrada, porque él es alguien que ama a su Chile y lo demuestra en éstos versos. Deseando con mi ser, que podamos seguir celebrando este Bicentenario, que aún no termina, porque aún no se cumple, sino hasta 2018; con la mejor de la alegría y poder disfrutar de buena manera, y termino nuevamente citando la misma canción de "El Temucano".
     Toma viejo amigo mi copla nueva,
     aquí estoy, con mi herida, cantándote mis versos.
     Mañana nadie sabe si seguiré con vida,
     mañana nadie sabe si cantaré de nuevo. (...)
     Todavía no termino; me falta un ¡Viva Chile!
     un ¡Viva Chile! grande, para empezar de nuevo.
     ¡VIVA CHILE!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario