miércoles, 18 de noviembre de 2015

Sobre la Iglesia en Chile

Motivos no faltan en Chile para estar contra la Iglesia Católica. Ya sea por el caso Karadima, o simplemente por ser tan conservadores y vivir en la Edad Media. Pasa que en Chile, casi el 70% de la población se declara católica, pero en realidad, no todos ellos practican la religión asistiendo a los servicios religiosos, los cuales son sólo el 17% de ese 70%. Entonces, ¿Es realmente la mayoría de la población católica?

A la hora de hablar de la Iglesia en Chile, la gente se mantiene al margen por temor a ser considerada parte de ésta o se declara en contra. Los ataques a la Iglesia son variados; por ejemplo, en Siria y otros países, son asesinados al día, decenas de personas por el sólo hecho de ser cristianos y no renegar de su fe, por más salvaje o animal que parezca. Pero en Chile, también vivimos una realidad similar, que quizá no llega al asesinato físico de las personas, pero sí de su imagen muchas veces.

Tenemos el asesinato a la persona del Obispo de Osorno, Monseñor Juan Barros Madrid, a quien se le acusa de complicidad con el acusado sacerdote Karadima, pese a que la Justicia Civil y Eclesial hayan investigado por separado al prelado, sin encontrar falta alguna ni la una ni la otra. Pero siguen los ataques que han llegado más allá de lo verbal y escrito, incluso a lo físico, con agresiones a su persona en la ceremonia más sagrada para el Catolicismo, como lo es la Misa; pero él, con resilecia y humildad, busca maneras de generar lazos con todos para terminar con estas falsas acusaciones. Sin duda que el Obispo es también víctima de Karadima al sufrir de por vida este cargo sobre sus hombros de un delito que no cometió.

También está el reciente caso de los emails de los Cardenales Ezzati y Errázuriz, a quienes se les violó la privacidad de sus conversaciones cibernéticas en asuntos propios de sus ministerios, tales como, las asignaciones de cargos, y se les intervienen sus correos electrónicos y luego se hace público el contenido de ellos atentando directamente al Derecho a la Intimidad y Privacidad con la inviolabilidad de la correspondencia. La sociedad en vez de pedir justicia a favor de la violación a la privacidad de los Cardenales, se enrabia por el contenido de las misivas, como si estas fueren incorrectas en su contenido. Sin embargo, los Cardenales trataban temas de su competencia, y aún así, ni si quiera presentaron denuncias por tal delito.

Otro caso, es uno de los mencionados en uno de los emails de los Cardenales, que habla sobre el jesuita Felipe Berríos, sacerdote de corte liberal que expone temáticas contrarias a la Doctrina Católica y que por lo mismo genera división dentro de la Iglesia. Es apoyado por personas externas a la Iglesia que buscan su destrucción, y hacen muy bien, porque no hay mejor forma que destruir algo que haciéndolo desde adentro hacia afuera, y lo logran enfrentando posiciones dentro de la misma Iglesia, tildando de conservadores a Obispos que defienden lo que dice la misma Iglesia, sin embargo, estas declaraciones del controvertido sacerdote van no solo en contra de la Iglesia, sino también de los mismos Derechos Humanos, como en el caso del aborto que atenta el Derecho a la Vida. Finalmente, el sacerdote continúa generando polémica cada cierto tiempo por sus vinculaciones con la política, privilegiando tal vez esos motivos por sobre sus deberes pastorales.

Y así como Berrios apoya el aborto, lo es gran parte de la sociedad, que paradójicamente, eran los mismos que en tiempos del Gobierno Militar, pedían que se hagan respetar los Derechos Humanos, pero en nuestros días, practican secuestro, tortura y asesinato a miles y millones de humanos, antes de nacer, e incluso, quieren exigir lo mismo como otro Derecho Humano. Obviamente la Iglesia defiende como en todas las ocasiones al indefenso. Así como lo hizo en el Gobierno Militar, siendo la voz de los sin voz, defendiendo a los perseguidos por el oficialismo, hoy sigue defendiendo a quienes no tienen posibilidad de hacerlo. Y la respuesta de la sociedad es dividida. Una gran parte de la ciudadanía se manifiesta de manera pacífica en favor de la vida y en contra del aborto, mientras que minorías radicales, defienden el asesinato de bebés. Y si de Iglesia se trata, es lícito hacer desmanes, por lo que en julio de 2013, un grupo de feministas pro aborto ingresaron a la Catedral de Santiago en medio de una Misa para profanar el Templo con rayados, destrucciones, injurias y demás hechos condenados tanto por la Iglesia como por el Gobierno.

Luego, si queremos seguir enumerando casos en que la sociedad se manifiesta contra la Iglesia, tenemos muchos más casos, como lo son las polémicas con el Matrimonio Homosexual, la Eutanasia, los Anticonceptivos, etc…

Ergo, la Iglesia se mantiene firme en su postura frente a todos los casos, y la sociedad se continúa rebelando. La Iglesia condena los delitos, los rechaza y le repugnan. La sociedad espera algo más, mientras continúa atacando. Las mentiras crean ambientes tensos y cualquier gota rebalsa el vaso, porque como dice el proverbio chino: “Más ruido hace un árbol que cae, al de un bosque completo que crece en silencio”.

lunes, 6 de julio de 2015

Ideas Vagas Sobre Educación y Felicidad

     Hace días escribí una columna sobre el paro docente y fue compartido en Biobio y recibí bastantes felicitaciones por eso. Gracias a todos.

     Intentando conciliar el sueño, escuchando musica y con las ganas de componer una propia canción me pregunto ¿por qué me cuesta tanto la música? Y la respuesta es obvia: porque no sé mucho de música.

     Leer música debería ser algo fundamental si quiero dedicarme a la música, o al menos tocar un instrumento. Tal vez me equivoco en eso, pero a lo que quiero ir es que, me puedo quejar de no saber música siendo que desde primero básico vengo teniendo clases de lo mismo, ¿entonces yo estoy mal por no haber aprendido? En parte sí, pero tambien es culpa del sistema educacional.

     Música, lamentablemente, junto a otras asignaturas, como artes visuales o tecnología son las asignaturas "menos importantes" y "de relleno", esas que nos ponen para subir los promedios y que no sirven de nada. Eso se refleja en la cantidad de horas que a la semana tenemos de cada asignatura, se refleja en las evaluaciones que se tienen de eso y en los sistemas estandarizados para la medición de estos aprendizajes como sí existen para "los más importantes". Y no digamos que no, si hasta los profesores reconocen que es así y que estas materias no son importantes.

     Pero claro que no son importantes, porque en Chile la meta es ser abogado, médico e ingeniero. La PSU es de matemática, lenguaje, ciencias e historia; no hay espacio para las artes, porque no nos servirán de nada. Así nos enseñan inconscientemente desde siempre. Porque dedicarse al arte es morirse de hambre.

     Como algunos quieren u otros tienen que ser profesionales, deben ir a la universidad, y en un país en que se cobra por la educación superior y donde la economía se rige por oferta y demanda, me parece que si las matrículas descendieran notoriamente, es decir, la demanda, y estudiaran sólo quienes quieren hacerlo por vocación propia, creo que aumentaría la oferta con aranceles un poco más accesibles. No sé si es correcto, pues no conozco mucho de la materia.

     A lo que voy, es que lamentablemente dejamos de lado las cosas que no son fundamentales para la vida individualista que llevamos en nuestra era. No son fundamentales ni necesarias tal vez, pero sirven, y cómo sirven.

     El otro día, Alipio Vera entrevistaba luego de 15 años a los ex integrantes de la Orquesta Juvenil o Infantil de Curanilahue (si no me equivoco), en donde los ahora ya adultos, reconocían cómo les sirvió haber pertenecido al mundo de la música, aún sin seguir con la carrera musical actualmente, pero les sirvió para la profesión que ejercen hoy.

     Seguramente muchos quisieron seguir y no lo hicieron por ese temor a "morir de hambre". Que es "castrar al joven" como me dijo en una ocasión el gran Héctor Noguera al preguntarle sobre el mismo tabú, pero referido al teatro.

     Se ha ido quitando en parte la obligación universitaria con las carreras técnicas, pero aún así no es suficiente. Necesitamos más conservatorios, más academias de teatro, más escuelas de artes.

     En un país reconocido por sus poetas y antipoeta incluso, artistas reconocidos de fama internacional, músicos de calidad, pintores de vanguardia, preferimos seguir preparando sólo profesionales de carreras obsoletas con campos laborales acinados. Con más profesionales trabajando como guardias de seguridad por no conseguir empleo en su profesión. De seguro porque lo que estudió no era lo que realmente quería, porque si alguien hace lo que le gusta, de seguro se esforzará por ser el mejor en eso.

     Que nos obliguen a estudiar doce años de escolaridad enfocada en su gran mayoría a matemáticas y lenguaje, es una dictadura horrible que "castra" miles de talentos a lo largo del país. Estar obligados a pasar toda nuestra infancia y parte de juventud en una sala de clases aprendiendo cosas que no nos interesan y que seguramente no usaremos jamás en la vida, en vez de aprovechar todas esas millones de horas desperdiciadas en aprender lo que nos interesa.

     ¿Necesitamos reforma educacional? Claro que sí, pero reformular la educación nacional desde cero. Con una elección a cierta edad de especializarse en lo que al alumno le guste y alentandolo a hacer lo que le gusta, que será lo que lo hará realmente feliz.

     Que no será fácil tal vez salir adelante como artista en este país, es verdad, pero tampoco fue fácil para los que lograron llegar lejos, y aún así lo lograron. Y mejor aún, triunfaron.

     De a poco hemos ido tomando consciencia del esfuerzo de los deportistas chilenos (que no sean futbolistas) para obtener sus financiamientos y que nos representan brindandonos triunfos y logros. Es divertido que apoyemos tanto a una Selección de Fútbol que acaba de ganar una Copa luego de 120 años sin haber ganado nada, y no apoyar a los representantes en disciplinas donde tenemos como país unas cuantas medallas olímpicas. Irónico para un país donde la mayoría de los hinchas de un equipo de fútbol lo son del que tiene más copas sólo por eso.

     De todos modos, creo que hay que cambiar la mentalidad de todo Chile. Yo no aproveché la oportunidad de la música porque era una asignatura "sin importancia" a la hora de estudiar derecho, medicina o que lo haya querido estudiar en ese momento. Ahora que veo cuánto me apasiona la música y si la pienso como opción, veo cuántos años desperdicié sin aprenderla. Ahora vea usted su historia de vida y reemplace la música por aquel sueño frustrado por hacer lo que le sustenta ahora en vez de lo que le apasionaba en su juventud. Sólo como ejercicio emotivo para recordar que usted igual fue un adolescente soñador y quizá también quería cambiar el mundo en busca de una felicidad más global.

     Debería ser fácil con la globalización el globalizar la felicidad, pero el individualismo es el impedimento. No podemos ser plenamente felices sabiendo que hay gente que sufre. Dejemos de sufrir elecciones erróneas, decisiones mal tomadas, odio, violencia, pobreza y hambre. Dejemos de sufrir la injusticia.

martes, 23 de junio de 2015

Gobierno Inepto y Soberbio

     Cuatro semanas ya van sin clases, debido a la movilización de profesores. Vamos a cumplir un mes y la solución aún no se ve.

     Los estudiantes vivimos una incertidumbre a causa de la recuperación de clases. Un cierto miedo de perder las vacaciones de invierno, un temor mayor de quedar en desventaja con colegios que no están en paro a la hora de rendir la PSU. Eso sí, destaco, no cuenten el Paro como vacaciones de invierno.

     Todo el dilema por un proyecto de Ley, de la connotada Carrera Docente, la cual desfavorece a los profesores, y por lo mismo es que se movilizan mostrando su descontento. Hasta ahí para mí no hay nada malo. Lo malo para mí va más allá de eso. Lo malo va en que estas cosas pueden perfectamente evitarse, y ¿de qué manera? Simple, con participación ciudadana no sólo a la hora de marchar, sino que desde antes.

     Muchos eran los profesores en época de campaña electoral alabando a Bachelet, y hablando de ella incluso en la sala de clases presentándola a nosotros como la mejor alternativa, como si los estudiantes de segundo medio votásemos, aunque claro, ejercen influencia en algunas personalidades débiles, ignorantes en política que pueden transmitir eso a sus hogares, y así el discurso del profesor lograr sus frutos sumando votos de apoderados por su candidata favorita, y eso es fácil lograr con ejemplos sencillos como los que nos daban al comparar la calidad de los salones de clases entre los construídos en el primer período de Bachelet con los construídos en el gobierno de Piñera, con claro déficit en su estructura, pero ni que los políticos en persona hubiesen construído con martillo en mano.

     Esos profesores de bigote que celebraban en el Congreso el proyecto de ley que ahora en la calle critican duramente, son líderes de gremios, pero a la vez de partidos políticos. No puede ser que se cuadren con un partido porque así defenderán al gremio sólo contra su oposición. Y si es su oficialismo, con un llamado termina todo y claro que debajo de la mesa corren billetes. Milagro que este paro lleve un mes, pero la presión de masas nada más lo ha logrado.

     Casi cinco años atrás, los estudiantes teníamos líderes luchando en las calles que no temían a nada al exigir derechos. Luego vinieron elecciones, entraron al parlamento asegurando seguir defendiendo la educación, pero creo que la firma de la presidenta de la comisión de educación de la cámara de diputados, se necesitó en el proyecto. La chaqueta se da vuelta facilmente, porque la hipocresía es común.

     Quien menos culpa tiene -pero tiene igual- en todo esto, es el Gobierno. Bachelet trae como propuesta de campaña la Reforma Educacional, y eso fue lo que motivó a muchos a votar por ella, sin imaginar, ignorante o inocentemente, que esto pasaría. Hoy los mismos que la eligieron son quienes linchan su proceder, ¡siendo que votaron por eso! osea, debo citar a la misma presidenta y decirles "terminemos con la lesera", pero también usted Presidenta, terminemos pues. Si bien lo prometió, pero ya van cuatro semanas sin clases y si no va a funcionar su proyecto, por favor dejemos la soberbia de lado y entremos a dialogar. Usted que critica abiertamente la dictadura está siendo tremenda dictadora al imponer cosas inamovibles. Usted que dice haber sido torturada política nos está dejando a los estudiantes como torturados educacionales, porque usted que fue exiliada del país, nos exilia a los estudiantes, pero nos exilia de la educación. Claro, debe ser porque a usted le regalaron el título de médico.

     Terminemos con la leserita y veamos -según mi humilde e inexperta opinión- cómo se evitaba esto. Si la gente se informara realmente a la hora de votar, si tomara consciencia del poder del voto y deja de votar por las sonrisas de abuelita y vota realmente por un candidato que piense en Chile más que en sus ambiciones políticas, no tendríamos a la señora Bachelet con la banda. Si la gente fuera firme en sus principios y si dice que defenderá la educación, debe hacerlo por sobre intereses de partido, es decir, siendo consecuente con sus acciones, se evitaría esto. Y ojo, que ser firme con sus principios e idearios, no dice que no se pueda dialogar con las demás opiniones, porque lo que supongo que todos queremos es un mejor Chile y no implantar por la fuerza nuestra doctrina.

     Ahora para terminar con esto ahora, creo que los profesores deben buscar verdaderos líderes, que sean profesores de verdad y que al menos hayan hecho clases en lo que va de siglo y no se ganen el sueldo por solo hablar en marchas y encima hablar mal, que sepan al menos entregar declaraciones coherentes a la prensa, que no se definan por algún partido político, pero sí se sumerjan en la política a fin de lograr lo mejor para sus representados. Y mediante un líder de verdad proceder a conversar con el Gobierno, quienes a su vez, dejando la soberbia de lado admitan sus errores y trabajen en conjunto en favor al futuro de Chile. Se escucha muy simple, pero el chaqueteo y politiquería influye en esto. Es lamentable.

     Es lamentable que los estudiantes nos veamos afectados por una soberbia por parte del Gobierno, asumiendo así la culpa de que no estudiemos. Gobierno que se pudo haber evitado, pero no lo fue, y ahora hipócritamente no lo dejan trabajar los mismos que los apoyaron.

     Disculpen si mi redacción no es del todo buena y si no tengo ortografía; disculpen además si reflejo algo de ira, o descontento. Y disculpen también mi ignorancia. El Gobierno no quiere que me eduque, y peor aún, el pueblo quiere estos Gobiernos.

jueves, 8 de enero de 2015

Reflexion Capitalina

El recorrido que estoy realizando a diario por las calles de la Capital nacional, está empapelada de odio, techada de smog y rodeada de gris. Recorrida por prisa, transitada por mares y quemada por faros. Nos inyectan en los paraderos, grandes dosis de odio, rencor y lucha de clases, poniendo al rico en el infierno terrestre y condenando al marginal a morir siempre en la miseria, sin posibilidad de ascender a una realidad mejor; los obligan a morir entre la podredumbre que agobia a muchos chilenos y haciendoles liberar odio ante una clase sumamente acomodada que no pasa ni hambre ni frio como una buena parte de la poblacion chilena.

     Pero yo creo que, más que tomarlo con odio hay que tomarlo como una meta. La manera de eliminar la pobreza no es eliminar la riqueza para hacerlos a todos iguales, porque eso seria pobreza. La forma en que se debe eliminar la pobreza es dandole a las personas la capacidad de subir de clase social, ascender y llegar a lo más alto, y desde allí poder generar más empleos, buenos tratos y buenas pagas.

     Pero, ¿cómo evadiremos la pobreza?. Bueno, pues hay dos opciones: un golpe de suerte y la manera dificil, esta ultima que contempla dos factores escenciales: educacion y mucho esfuerzo. El esfuerzo lo tienen, pero les falta una mejor educacion, y viene la otra pregunta ¿cómo mejorar la educación? Muy simple: eliminando tanta burocracia y destinando esos fondos de mejor manera. Educando a la gente sin rencores, sino con aspiraciones y pensando todos en un Chile mejor.