jueves, 20 de noviembre de 2014

Críticas Constructivas

Me retiro de los versos por ahora. Quiero y necesito hacer unas críticas que creo, son necesarias. Soy sólo un simple joven, pero tengo la capacidad de darme cuenta de algunas cosas y quiero realizar los siguientes dichos con el máximo de respeto.
   
     Primero, quiero hablar sobre la soberbia. La soberbia es uno de los siete pecados capitales, y el más peligroso, por así decirlo. La soberbia es creernos a nosotros mismos como un ser excelente, un ser perfecto, tan así que, no requiere de un dios, y hasta se llega a sentir superior a Dios. La soberbia es el más peligroso, pues nos lleva a caer en los demás pecados capitales, según me han enseñado y he leído. Autoanalizandome, me doy cuenta de lo soberbio que puedo parecer en ocasiones, al robarme el derecho de veracidad, al decir que tengo la verdad. Por favor, esto es un blog de opiniones, por lo cual, expongo mis pensamientos. Aunque, si bien es cierto, me he dado cuenta que sí puedo haber sido muy soberbio, y pido disculpas públicas por pensar como pienso y seguir pensando igual. Ahora, creo que eso no es ni de orgulloso ni de soberbio, sino porque así es mi mentalidad. Vamos ahora viendo que hay una solución a la soberbia, y es su virtud contraria: la humildad. La humildad es verdad y la verdad es la humildad, como decía el Padre Pío de Pietrelcina. Es algo difícil de llevar, quizás. Más aún en nuestro tiempo en que ser una persona de valores es nadar contra corriente, aunque es éso justamente lo que nos ha pedido el Papa Francisco a los jóvenes, que nademos contra corriente, que hagamos lío. Para comenzar a ser humilde, se debe comenzar por reconocer nuestros errores, saber pedir disculpa, y como decía Don Bosco: "no nos creamos necesarios". Los santos son ejemplos de vida para los cristianos, y hay uno de los santos que más me gusta su historia, que era la humildad andante: san Felipe Neri, quien incluso, se dice que el Papa le quería nombrar cardenal, el santo no aceptó. Un ejemplo muy bueno, aunque hay miles de santos más, que son iguales o mejores ejemplos.
 
     La otra crítica que quiero hacer, es hacia la Iglesia Católica. Sí, quiero criticar abiertamente a mi Iglesia; de la que soy parte, de la que soy hijo. Me cuesta comenzar a hacerlo, pues no encuentro las palabras correspondientes, pero comienzo así. Un católico, es decir, un miembro de la Iglesia Católica, debe pensar y actuar como católico. Un carabinero, quizá piense que el robo no es malo, pero su deber y obligación es, le guste o no, detener al infractor de la ley, es decir a quien roba. Lo mismo un católico. Ser católico es más que un nombre que uno use para definir su religión. Ser católico es pensar como católico y actuar como católico. Es amar a Cristo y saber escucharle y servirle mediante la Iglesia que Él mismo fundó en la Tierra. Por ello, que reconocemos a la Iglesia como Santa, aunque también sabemos que es pecadora por estar formada por hombres. Aunque sabemos que, el Espíritu Santo es quien mueve las decisiones más importantes de la Iglesia. Hasta el momento no hay crítica a la Iglesia, pero ahora viene: una persona que dice ser católico, de los que -como dice el Papa Francisco- licúan la fe, que participa de la Iglesia sin sentir a Cristo; que recibe los sacramentos sin creer en ellos, por un deber y por una especie de interés futuro; y que como si eso fuera poco, una hora a la semana la ocupa para Dios y el resto para hablar mal de su Iglesia, de la que esa misma persona es parte; creo yo, que es culpa de la Iglesia. ¿En qué sentido es su culpa?, en que la libertad que ha dejado la Iglesia a su feligresía, ha hecho que se generen los vacíos de conocimiento de la fe, del estudio del catecismo, y que seamos unos ignorantes en temas propios de ello. Ya no existe el amor por nuestra Madre Iglesia. Podemos ver muy facilmente a personas que dicen: "soy católico, pero no pienso como la Iglesia", "soy católico, pero me cae mal el Papa", "soy católico, pero no voy a Misa". El "pero" no debería existir. Uno es católico o no lo es. Creo que la Iglesia debería preocuparse por conservar la enseñanza y por entregarla íntegra sin modificaciones. No puede ser que un sacerdote diga que "el mandamiento es ir a Misa todos los domingos que se pueda" si es obligación oir Misa completa todos los domingos y fiestas de guardar. La critica es esa: que la Iglesia nos eduque mejor como laicos, en una época en que la Iglesia ha ido perdiendo su voz, su influencia en nuestras vidas; y ¿qué es la Iglesia? es la vía por la que Cristo llega a nuestras vidas, y de manera no sólo espiritual, sino también físicamente, haciéndose presente en cada santa Eucaristía.

     Quiero contrastar y no generalizar; que en facebook, sigo muchas páginas de jóvenes que aún tienen mucho amor por la Santa Iglesia Católica, por las tradiciones, y de esa forma se acercan a Cristo mucho más, o al menos, demuestran un gran amor por Él y cercanía. Páginas de admiración por Papas, por las tradiciones y una juventud cristiana comprometida. Así como lo pude vivir en carne propia junto a millones de jóvenes de todo el mundo en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro en 2013, y junto a miles de jóvenes chilenos en la Caminata de la Juventud en Auco, en el mismo año.

     Antes de cerrar el tema, quiero además, enfatizar el ataque que sufre la Iglesia y que siempre ha sufrido, y como dicen algunos, la Iglesia es Santa, Católica, Apostólica, Romana y Perseguida. Y aún en el siglo XXI son perseguidos en países como Siria, Irán, China y muchos más. Incuso, me acaba de llegar un correo en que me cuentan que planean boicotear al Papa en su visita al Parlamento europeo. ¡Por favor! quisiera pedir a los católicos que lean ésto, que nos unamos en oración por la unidad de la Iglesia, la comunión de los santos; Por la evangelización y por los perseguidores. Por la conversión de los que no conocen a Dios y por las vocaciones. Por la gente que sufre, y por tantos motivos que hay para rezar. ¡Jamás es suficiente! y aún así no dedicamos ni unos minutos muchas veces. Espero confiado y seguro que la Iglesia seguirá firme, pero es trabajo laical también, el llevar la evangelización más allá y mejor.

     Soy un simple joven que expone su opinión. Perdónenme por errar y recen por mí.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Vuelvo al verso, vuelvo a la rima

Un tiempo pasé sin publicar, pero debo yo continuar. No podía dejarse ausentar la obra que voy a presentar:

Me dan ganas de escribir tanta poesía,
motivado por el clima y el amor que llego a sentir,
mis emociones, mis motivos,
mis penas y alegrías,
debo expresarme de este modo
y ser feliz.

     Surge a modo de introducción, en que se presenta una intención: escribir poesía; una motivación: el clima y el amor, que era un clima de lluvia, pero esa lluvia de verano. En Panguipulli, sucede que en medio del calor del verano, viene una semana (o más o menos) de fuerte lluvia como pleno julio, y ésto lo escribí en esa semanita de lluvia, en que me encerré en la casa a llorar con letras una pena estúpida de un amor inexistente. 

Me dan ganas de escribir tanta poesía,
motivado por tu ausencia y mi incertidumbre de quién eres;
llorando la partida de alguien que no sé;
llorando los abrazos que no dí, por no tenerte;
llorando los besos que no dí, por no tocarte;
llorando las caricias que no dí, por no verte;
llorando por las noches, tu fría ausencia junto a mí.

    Lloro a alguien que jamás estuvo, que jamás conocí, que jamás toqué, ni vi -ni si quiera a lo lejos- ni nada. Tan sólo sabía que existía, aunque vaya que lo dudé. Camila fue unas semanas muy lindas, como un neo amor por correspondencia. En ese sentido, creo que las redes sociales entregan demasiadas "realidades virtuales" perjudiciales para la integridad humana, más aún de un adolescente, en el aspecto sentimental.

Me dan ganas de escribir tanta poesía
y la lluvia me brinda la melancolía necesaria,
para pensar en ti y el amor que me jurabas,
pero al momento de actuar
sólo me decepcionabas;
al momento de juntar miradas
juntabas tus pestañas;
al momento de unificar voces,
callabas;
a la hora de tocar tus manos
te marchabas;
y a la hora de decir adiós,
ya no estabas conmigo.

     Cada vez que quise ir a por ti, me dejaste a un lado con mil y un excusas. Lo que reflejo aquí, es simplemente que la disposición por parte de esta mujer, jamás estuvo sintonizada a la mía, y cuando me dí cuenta, ya no me pude despedir, pues se había ya ido y quedaba yo solo en una relación turbia y mentirosa: totalmente falsa.

Me dan ganas de escribir tanta poesía,
y dejarla plasmada en un papel, como en antaño.
Inmortalizarla a lápiz, para que en un par de años
pueda revivir los sentimientos que me causas,
pueda sentir mi juventud al leerla
y pueda revivir estas tardes de lluvia.
Quisiera plasmarlas en mi cuaderno con un lápiz,
pero mi mano se cansa entre vuelta y vuelta.
Son ellas las que dejan, dicen algunos,
mi letra sigue viva, aunque mi mano yace muerta.

     Las ganas son claras: escribir. Hace mucho no escribía poemas, mi cuaderno estaba olvidado, y por ello hago énfasis en escribir a lápiz, puesto que este poema lo escribí en un estado de facebook directamente y en seguida lo publiqué. Luego lo transcribí a mano a mi cuaderno, con la pereza que comenzó en este verano, que surgió desde ya con la flojera que me causaba escribir a mano y queda expuesto en que mi mano se cansa entre vueltas que da.

Me dan ganas de escribir tanta poesía
retratando la lluvia que golpea en el cemento,
el deseo de un beso bajo el agua que me moja,
en tono gris, las nubes nos dibujan el amor,
el rojo rubí, tus labios, nos brindan el color
y nuestros corazones juntos, nos brindan el calor.
Nuestras manos apretadas, nuestros labios apegados,
nuestras mentes enredadas, por el amos soñado
con los ojos abiertos, mientras abrazo tu aroma,
mientras despierto y me veo solo, en la lluvia
parado en la soledad, sin más que tu recuerdo,
sin más que un pensamiento,
con cara conocida.
¿Quién eres?, no lo sé, pero pienso en ti a diario,
jamás te conoceré, ni te conocí,
jamás te besé, ni te vi,
alguna vez te hablé, y creo, jamás te oli,
alguna vez te quise, y sé que igual tú a mi.

     En la desesperación por retratar un paisaje próximo y la misma desesperación que me causan los hechos, la rima se extravía y se torna muy floja. Casi ni la encuentro cada vez que lo leo, más ahora que lo transcribo.

Me dan ganas de escribir tanta poesía,
pero si la escribo siento que no lo será.
Sólo escribiré un texto malo en versos,
que mi penosa historia llegue a alguien más
y moleste.
Que alguien pierda su tiempo
leyendo estas imbecilidades,
de mí planeando cosas,
poesía quiero escribir.
De mí escribiendo en versos,
sin nada bueno que decir.
De mí recordando a alguien
que jamás estuvo aquí.
De mí esperando un día
poder conocerte a ti.
De mí, mientras busco papel y lápiz, así
podré escribir poesía, y saciar mis ganas al fin.

     Al fin termino esta pérdida de tiempo para un lector aburrido. Al fin termino una penosa historia, pero hay que agregar algo: es sólo la primera parte. Sí, porque aunque ni yo lo supiera, en unos meses más adelante, se desarrolló un hecho que llevó a la continuación de ésto, pero éso será material de una nueva entrada. Por ahora, sólo quiero escribir tanta poesía, así como la escritora colombiana Marcela Bastrán, quien ya publica su libro de poemas Café y Poesía. Mi cariñoso saludo a ella, y pronto, más tarde que temprano, pero aún así pronto, estará publicándose Un Grito Desesperado, libro que recopile algunas muchas páginas de mi cuadernito de poemas y de notas y escritos que tengo por ahí. Ahora sólo dejar cerrado, esperando seguro que nadie lea ésto, como siempre sucede. Ahora, si usted ha leído ésto, le felicito: ahora conoce una parte de mi vida que nadie conoce.
    
     Gracias Camila por un lindo comienzo de año y por tanta pena, a la que le llamo inspiración poética: alimento de gran parte de mis poemas.