viernes, 3 de octubre de 2014

Santos chilenos

Y se nos fue septiembre, sacamos la bandera, guardamos los pañuelos y nos frotamos las manos esperando el año nuevo, mientras contamos en reversa los días para salir de clases. Yo, en tanto, cuento las horas para emprender mi peregrinación a los Santuarios chilenos, de santa Teresita de Los Andes, san Alberto Hurtado y la Catedral Metropolitana.
     Hace mucho no escribía; desde el lunes pasado. He pensado en comenzar a subir una entrada semanal, pero éso, lo iré viendo con el tiempo. Lo que ahora más me motiva a escribir, es la peregrinación.
     Tres veces en mi vida he ido a estos lugares, especiales e importantes en mi religión. Dos con mis abuelos, y una colado con el Colegio de Humanidades, el año pasado. Esta vez, también iré con mis abuelos, con quienes siempre salgo.
     Lo que ofrecen los santuarios, más que la infraestructura, es un lugar de encuentro espiritual, de confirmación, compromiso y cambio. El entrar al santuario del padre Hurtado, es entrar a un oasis en pleno Santiago, donde el gris, ruido y ajetreo, quedan fuera e ingresas a senderos de verdes jardines con un silencio tremendo y un sentir único. En Los Andes, el encuentro es masivo, al menos para mí. Siempre ha estado lleno de gente, donde buses y buses se estacionan uno al lado de otro, y la gente que los aborda, sale a recorrer.
     La última vez que fui, fue con motivo de la Caminata Joven, en Auco, donde miles de jóvenes cruzamos un cerro a pie, entre cantos, rezos, alegría y juventud, hasta terminar en el Santuario mismo, con una hermosa Misa presidida por el entonces sólo Arzobispo de Santiago, el hoy Cardenal Ricardo Ezzati.
     Una vez más me dirijo al norte (centro para otros) en busca de una experiencia indescriptible como lo son todas y poder disfrutarlo al máximo. Como mención especial, agradezco a mis abuelos por invitarme y llevarme, y como siempre, a Dios por las experiencias que siempre me concede.
     Me voy de viaje, físico y espiritual. Me voy con esperanzas de algo por encontrar. Me voy con deseos e ideales. Me voy... quién sabe si volveré.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario